domingo, 30 de enero de 2011

¿Cambiar a la pareja?

Cuando el esfuerzo por cambiar a tu pareja excede tu bienestar personal es tiempo de considerar un cambio o de estrategia o de pareja. Jorge Orozco Mendoza.

La cita anterior la tomé prestada de mi querido maestro Jorge, me pareció adecuada para el inicio de esta entrada por el mensaje que encierra.

Las relaciones de pareja pueden ser tan complicadas como nosotros queramos. Uno de los principales problemas a los que nos podemos enfrentar es el hecho de querer que la otra persona sea como nosotros queramos que sea. (Quizá en un futuro con androides sobre pedido).

Quizá porque cambió con el tiempo, quizá porque en un principio NO quisimos darnos cuenta de la realidad.

Lo cierto es que podemos invertir muchas energías tratando de cambiarla. La pregunta adecuada sería entonces: ¿hasta dónde?

Eso es una decisión personal, lo cierto es que si sientes que el desgaste emocional al tratar de hacerlo supera los resultados obtenidos es momento de reevaluar la situación y hacer algo diferente a lo hecho hasta ahora.

Un cambio de estrategia, por mínimo que lo sea logra cambios (los cuáles pueden ser favorecedores a nuestros deseos o todo lo contrario.

Los cambios que a una persona le funcionen pueden no funcionar para otra. Es lo maravilloso de ser seres únicos; por lo tanto no existen fórmulas mágicas para ello.

Que tal empezar por lo más viable. Cambio YO

En el último de los casos es válido también cambiar de pareja suena drástico; pero la realidad es que muchas parejas viven infelices durante años de su vida siguiendo la idea de que si escogieron una pareja es para siempre. Yo personalmente veo lo anterior como lo ideal; pero antes que eso está la salud de la persona, y si la elección fue equivocada es válido corregir y gratificantemente SANO para ambas partes…