Hoy decidí escribir acerca de ellas por varias razones; pero la principal fue una nota que compartió en TT http://www.milenio.com/node/499631 se las dejo para los interesados, en si se refiere a la falta de denuncia ante la violencia intrafamiliar, situación con la que me topo a diario en el trabajo y entre algunas personas cercanas.
En pleno Siglo XXI eso debería haber desaparecido; sin embargo sigue siendo parte de nuestra realidad y es algo alcanza a todos los estratos sociales. Algunas personas piensan que es algo que solo pasa en personas analfabetas o con bajo nivel escolar, la realidad es que he conocido profesionistas victimas de ello y profesionistas que la practican. Es una tarea difícil el ayudar a alguien que sufre violencia, algunas lo callan por vergüenza, otras por temor y otras ni siquiera desean darse cuenta de ello. Cuando por fin llegan al punto de darse cuenta de lo que sucede muchas se emocionan, una luz aparece en sus vidas; pero para la gran mayoría comienza la parte más difícil:
Ponerse en acción. Se lee fácil, solo 3 palabras y muchas ideas en la cabeza de la persona afectada, es diferente decir que hacer y aquí es donde se necesita el verdadero acompañamiento durante el tiempo que dura el proceso.
Por supuesto… somos producto de la experiencia, aprendemos a ejercer la violencia o a recibirla a lo largo de nuestra vida; pero al final la decisión es nuestra. Que ¿es una tarea difícil cambiar? De acuerdo. ¿Imposible? De ninguna manera. Personalmente le apuesto al trabajo que podamos hacer con la niñez, que son los jóvenes y adultos del futuro (el trabajo preventivo es más barato que el correctivo).
Todas las mujeres son bellas – no todas son conscientes de ello
Son inteligentes – algunas crecen pensando lo contrario
Fuertes – aunque se les llame el sexo débil
Todos necesitamos en algún momento de ellas en nuestra vida – quien diga lo contrario… que me diga cómo le hizo para nacer.
Mañana es lunes… ¡que tengan un excelente inicio de semana!
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